sábado, 25 de julio de 2009

LA CREACIÓN DEL MUNDO Y LA CAÍDA DEL HOMBRE

1 1 Al principio Dios creó el cielo y la tierra. 2 La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se aleteaba sobre las aguas. 3 Entonces Dios dijo: "Que exista la luz". Y la luz existió. 4 Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas; 5 y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el primer día.6 Dios dijo: "Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca una separación entre ellas". Y así sucedió. 7 Dios hizo el firmamento, y este separó las aguas que están debajo de él, de las que están encima de él; 8 y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el segundo día.9 Dios dijo: "Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están bajo el cielo, y que aparezca el suelo firme". Y así sucedió. 10 Dios llamó Tierra al suelo firme y Mar al conjunto de las aguas. Y Dios vio que esto era bueno.11 Entonces dijo: "Que la tierra produzca vegetales, hierbas que den semilla y árboles frutales, que den sobre la tierra frutos de su misma especie con su semilla adentro". Y así sucedió. 12 La tierra hizo brotar vegetales, hierba que da semilla según su especie y árboles que dan fruto de su misma especie con su semilla adentro. Y Dios vio que esto era bueno.13 Así hubo una tarde y una mañana: este fue el tercer día.14 Dios dijo: "Que haya astros en el firmamento del cielo para distinguir el día de la noche; que ellos señalen las fiestas, los días y los años, 15 y que estén como lámparas en el firmamento del cielo para iluminar la tierra". Y así sucedió.16 Dios hizo los dos grandes astros –el astro mayor para presidir el día y el menor para presidir la noche– y también hizo las estrellas. 17 Y los puso en el firmamento del cielo para iluminar la tierra, 18 para presidir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios vio que esto era bueno. 19 Así hubo una tarde y una mañana: este fue el cuarto día.20 Dios dijo: "Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo". 21 Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios vio que esto era bueno. 22 Entonces los bendijo, diciendo: "Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra". 23 Así hubo una tarde y una mañana: este fue el quinto día.24 Dios dijo: "Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de toda especie". Y así sucedió. 25 Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas clases de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno.26 Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo".27 Y Dios creó al hombre a su imagen;lo creó a imagen de Dios,los creó varón y mujer.28 Y los bendijo, diciéndoles: "Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra".29 Y continuó diciendo: "Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento.30 Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde". Y así sucedió.31 Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día.

GENESIS

es una palabra griega, que significa "origen". El primer libro de la Biblia lleva ese nombre, porque trata de los orígenes del universo, del hombre y del Pueblo de Dios.El libro del Génesis se divide en dos grandes partes. La primera es denominada habitualmente "Historia primitiva", porque presenta un amplio panorama de la historia humana, desde la creación del mundo hasta Abraham (caps. 1-11).La segunda narra los orígenes más remotos del pueblo de Israel: es la historia de Abraham, Isaac y Jacob, los grandes antepasados de las tribus hebreas. Al final de esta segunda parte, adquiere particular relieve la figura de José, uno de los hijos de Jacob, ya que gracias a él su padre y sus hermanos pudieron establecerse en Egipto. La historia de los Patriarcas se cierra con el anuncio del retorno de los israelitas a la Tierra prometida, cuyo cumplimiento comienza a relatarse en el libro del Éxodo.Estas dos partes presentan notables diferencias en cuanto a la forma literaria y al contenido, pero están íntimamente relacionadas. El Génesis se remonta primero a los orígenes del mundo y de la humanidad. Luego, mediante una serie de genealogías cada vez más restringidas, establece una sucesión ininterrumpida entre Adán, el padre de la humanidad pecadora, y Abraham, el padre del Pueblo elegido. Este vínculo genealógico pone bien de relieve que la elección de Abraham no fue un simple hecho al margen de la historia humana. La elección divina no era un privilegio reservado para siempre a una sola persona o a una sola nación. Si Dios manifestó su predilección por Abraham y por la descendencia nacida de él, fue para realizar un designio de salvación que abarca a todos los pueblos de la tierra.En la redacción final del libro del Génesis, se emplearon elementos de las tradiciones "yahvista", "elohísta" y "sacerdotal". Esta última fuente tiene una importancia especial en el conjunto de la obra, debido a que constituye la base literaria en la que se insertaron las otras tradiciones.Los primeros capítulos del Génesis ofrecen una dificultad muy particular para el hombre de hoy. En ellos se afirma, por ejemplo, que Dios creó el universo en el transcurso de una semana, que modeló al hombre con barro y que de una de sus costillas formó a la mujer. ¿Cómo conciliar estas afirmaciones con la visión del universo que nos da la ciencia? La dificultad se aclara si tenemos en cuenta que el libro del Génesis no pretende explicar "científicamente" el origen del universo ni la aparición del hombre sobre la tierra. Con las expresiones literarias y los símbolos propios de la época en que fueron escritos, esos textos bíblicos nos invitan a reconocer a Dios como el único Creador y Señor de todas las cosas. Este reconocimiento nos hace ver el mundo, no como el resultado de una ciega fatalidad, sino como el ámbito creado por Dios para realizar en él su Alianza de amor con los hombres. La consumación de esa Alianza serán el "cielo nuevo" y la "tierra nueva" (Is. 65. 17; Apoc. 21. 1) inaugurados por la Resurrección de Cristo, que es el principio de una nueva creación.LOS ORÍGENES DEL UNIVERSO Y DE LA HUMANIDADLa fe de Israel en el Dios creador encontró su máxima expresión literaria en el gran poema de la creación, que ahora figura al comienzo de la Biblia. Una verdad se perfila a lo largo de todo este relato: el universo, con todas las maravillas y misterios que encierra, ha sido creado por el único Dios y es la manifestación de su sabiduría, de su amor y su poder. Por eso, cada una de las cosas creadas es "buena" y el conjunto de ellas es "muy bueno". En ese universo, al hombre le corresponde un lugar de privilegio, ya que Dios lo creó "a su imagen" y lo llamó a completar la obra de la creación.Pero el relato del origen del universo sirve de prólogo a lo que constituye el principal centro de interés de los once primeros capítulos del Génesis, a saber, el drama de la condición humana en el mundo. Los diversos personajes que se van sucediendo –Adán y Eva, Caín y sus descendientes, los pueblos que intentan edificar la torre de Babel– representan arquetípicamente a la humanidad entera que pretende ocupar el puesto de Dios, constituyéndose así en norma última de su propia conducta. Esta pretensión, en lugar de convertir al hombre en dueño de su destino, hizo entrar en el mundo el sufrimiento y la muerte, rompió los lazos fraternales entre los hombres y provocó la dispersión de los pueblos. En el marco de esta historia, Dios va a realizar su designio de salvación.Para describir este drama, los autores inspirados no recurrieron a formulaciones abstractas. Lo hicieron por medio de una serie de relatos convenientemente ordenados, de hondo contenido simbólico, que llevan la impronta del tiempo y de la cultura en que fueron escritos. Por eso, al leer estos textos, es imprescindible distinguir entre la verdad revelada por Dios, que mantiene su valor y actualidad permanentes, y su expresión literaria concreta, que refleja el fondo cultural común a todos los pueblos del Antiguo Oriente.

martes, 21 de julio de 2009

El extremo del amor



Ya has descubierto el secreto para ser auténticamente feliz. Ya has visto el camino seguro que te guiará hasta la conquista de esa cumbre. Ya has encontrado el fundamento inquebrantable sobre el que podrás asentar tu dicha perenne. Bien, y ahora..., ¿qué?Ahora sólo te falta una cosa. Lánzate con decisión a esa gran conquista en tu propia vida. No olvides que eso que buscas se encuentra más cerca de tí de lo que te imaginas. Lo llevas dentro.¡Ah...! Y recuerda nuestro secreto y sus matices:La verdadera felicidad (la máxima posible) consiste en poseer a Dios (único Sumo Bien) amándolo sin límites (hasta el extremo del amor).Seremos de verdad felices sólo cuando comencemos a realizar por amor lo que Dios quiere de nosotros en la vida.No basta amar a Dios en el cumplimiento de lo que le agrada: hazlo con autenticidad.Asienta esa felicidad en la roca firme de la fe y de la confianza en Dios.Descubre a Dios dentro de ti. Llévalo siempre contigo como el mejor amigo. Ámalo como a Él le gusta.Haciendo eso, puedes vivir tranquilo y totalmente seguro de tu felicidad. Estará asentada sobre el único fundamento imperecedero y eterno: Dios.Sigue gozando de tus amistades sinceras. Disfruta de la buena salud y del dinero que sin duda te mereces. Goza de la fama que te has conquistado entre la gente. Diviértete sanamente cuanto necesites y puedas.Pero eso sí, dando ahora, a cada una de esas cosas buenas, su verdadero valor y sentido desde tu amor a Dios.Si eres capaz de hacerlo, yo no tengo más que decirte. Termina de escribir la conclusión tú mismo. No con palabras, sino con la respuesta de tu vida feliz al reto que han querido ser estas páginas.¡Vamos! ¿Qué esperas para ser feliz? ¡Empieza ya!

¿Cómo conocer mi camino?



A tu elección se ofrecen varios caminos

¿Cómo conocer mi camino?Ya conoces el plan de Dios sobre la creación: todos los seres, cada ser en particular tiene su misión propia. La misión del hombre no les es impuesta por fuerza, sino que ha sido entregada a su libertad. ¡Privilegio sublime que constituye la grandeza inconmensurable del hombre! A tu elección se ofrecen varios caminos. Terminas tus estudios: ante ti se abre la universidad con sus múltiples carreras; el ejército y la marina; el campo, la industria, el comercio, un empleo, un sitio de obrero; la literatura y el arte. Se abren ante ti igualmente perspectivas más amplias que las carreras mismas, lo que podríamos llamar estados de vida: la vida religiosa, el sacerdocio, el matrimonio. Dentro de estas maneras de vida hay enfoques especiales que te atraerán particularmente: la política, la acción social, la contemplación artística, la vida de oración, el estudio de las Sagradas Escrituras, la Acción Católica. Sentirás quizás una fuerte atracción por la vida social; las fiestas, bailes, diversiones te seducen fuertemente... Los deportes, quizás un deporte especial, el football te atrae irresistiblemente. Todas estas solicitaciones estarán frente a tí y otras mil más, al iniciar tu vida en forma más personal e independiente. ¿A cuál de estos caminos te ha llamado Dios? No ha dejado a tu capricho que seas lo que quieras. Tú tienes vocación para algo, ¿para qué? ¿Cuál va a ser el fin de tu vida? Para el sacerdocio, como para la marina, para el deporte, para la música, para la sociología, para la política, para la Acción Católica hay una verdadera vocación, ¿Cómo conocer la tuya? ¿Qué criterio me permitirá discernir el llamamiento divino? ¿El atractivo que en mí ejercen, el agrado, quizás la felicidad que me ofrecen? Esos criterios tan incompletos no pueden ser la norma para un ser racional y menos para un cristiano. Nuestro criterio ha de ser de orden sobrenatural y debe ser aplicado con la ayuda de una luz sobrenatural, pero esta luz sobrenatural no se nos da ordinariamente en forma milagros, sino que viene a iluminar nuestra razón que discurre apoyándose en los principios de la fe. El milagro es milagro porque acontece muy raras veces en la vida; no hay, pues, que esperarlo en un problema cotidiano que han de resolver todos los hombres, tanto más cuanto que el mismo Creador nos ha dejado herramientas plenamente eficaces para descubrir por vías ordinarias nuestro camino en la vida. Con cuánta eficacia nuestro Santo Padre Pío XII al inaugurar este año la Academia Pontificia de Ciencias defendía los fueros de la inteligencia humana para alcanzar la verdad. Nuestra razón participación de la mente divina, nos da a conocer las realidades más fundamentales en que el hombre necesita apoyarse; y todavía cuando se afirma en la revelación de Jesucristo, sus conclusiones pueden llegar a un campo inmensamente más vasto e iluminado por el sol de la verdad divina. Todo hombre de buena voluntad que aplica con sinceridad su alma a la búsqueda de la verdad, puede estar cierto que se cumplirá en él la conocida proposición: "Al que hace lo que está de su parte, Dios no le niega su gracia”. El Espíritu Santo que mora en nosotros, desde el bautismo que nos asiste con sus dones de entendimiento, ciencia, prudencia, es la mejor garantía de éxito en una elección hecha con sinceridad ante la mirada de Dios, aunque no intervenga iluminación milagrosa alguna durante toda nuestra deliberación.

No pensar en el mañana, que cada día tiene su afán



No pensar en el mañana, que cada día tiene su afán
Hacer lo mejor que podamos esto que traigo entre manos, sabiendo que “lo mejor es enemigo de lo bueno”

No pensar en el mañana, que cada día tiene su afán
Cuentan de un chino que tenía un caballo. Le dijeron “hay que ver qué suerte tienes”, y él siempre decía: “no todo es como parece...” El caballo se le escapo y los vecinos fueron a consolarle “por la desgracia”: “¿Quien dice que sea una desgracia?”, comentaba. A la semana siguiente el caballo volvió, trayendo detrás una manada preciosa de caballos. Los vecinos le felicitaron por “la suerte”... “¿quien dice que sea una fortuna?” A los dos días su hijo iba a caballo y cayendo quedó cojo. Volvieron para “consolarle”: “¿quien dice que sea una desgracia?”, les dijo también. Al cabo de poco hubo una guerra y el primogénito por estar cojo se libró de tener que ir a pelear... Tenemos idea de lo que es bueno y lo malo, pero no tenemos la perspectiva, visión de conjunto de la historia del mundo y cada uno de nosotros. Nos parece muchas veces que la vida es una carrera de obstáculos, que hay una serie de problemas ante nosotros, cada día, y que se trata de irlos superando. En cierto modo es así, pero no podemos agobiarnos con lo que está más adelante, pues el mucho mirar los obstáculos del mañana, el obsesionarse por lo que está aún lejos, puede hacer que caigamos en el obstáculo que tenemos delante, el único que existe y en el que nos hemos de fijar, para no caer: sólo existe el “aquí y ahora”, el presente, y hemos de aprovechar la memoria del pasado como experiencia, y la previsión del futuro como deseo o esperanza. Una de las causas de inquietud que tenemos en nuestro mundo es ésta: que la vida es ir solucionando problemas, a veces agobiantes porque no está en nuestra mano el resolverlos, ir con la lengua fuera corriendo hacia una paz que nunca se alcanza... En realidad, no es ésta la finalidad de nuestra existencia, sino ver en lo de cada día una oportunidad para desarrollar nuestra vocación al amor, al encuentro con Dios. Entonces, en lugar de estar inquietos, veremos la cruz de cada día, como dice el Evangelio: “Por eso os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento y el cuerpo que el vestido? Fijaos en las aves del Cielo, que no siembran, ni siegan, ni almacenan en graneros, y vuestro Padre Celestial las alimenta. ¿Es que no valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Quién de vosotros por mucho que cavile puede añadir un solo codo a su edad? Y acerca del vestir, ¿por qué preocuparos? Contemplad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan ni hilan, y yo os digo que ni Salomón en toda su gloria pudo vestirse como uno de ellos. Si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios la viste así, ¡cuánto más a vosotros, hombres de poca fe! No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer, qué vamos a beber, con qué nos vamos a vestir? Por todas esas cosas se afanan los paganos. Bien sabe vuestro Padre Celestial que de todo eso estáis necesitados. Buscad, pues, primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os preocupéis por el mañana, porque el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta su contrariedad”(Mateo, cap. 6)Mirar los lirios y los pájaros quiere decir saber contemplar, tener fe en las palabras de Jesús, que es nuestro modelo, Camino, Verdad y Vida, que lo que de veras cuenta es participar en esta aventura divina que es la vida. No podemos perdernos en amarguras de pasados y miedos del futuro. La vida es un regalo de Dios continuo, y hay que vivirla en presente, disfrutarla. Pero esto es duro para quien se deja llevar por dos peligros o tentaciones, el remordimiento del pasado y el miedo por el futuro. El pasado, con sus remordimientos de "hubieras debido actuar de manera distinta a como actuaste, hubieras debido decir otra cosa de lo que dijiste": en determinados momentos de la vida, el casado piensa si debería haber hecho otra elección o haber escogido otra persona... y así en todo; es el sentimiento de culpabilidad de "hubiera debido"; pero aún peor que nuestras culpas son nuestras preocupaciones por el futuro, esos miedos que llenan nuestra vida de "¿qué pasaría si?"... "¿y si perdiera mi trabajo?, ¿y si mi padre muriera?, ¿y si faltara dinero? ¿y si la economía se hundiera? ¿y si estallara una guerra?"... Son los "si" que junto con los "hubiera debido" perturban nuestra vida, como decía Henri J. M. Nouwen: "ellos son los que nos tienen atados a un pasado inalterable y hacen que un futuro impredecible nos arrastre. Pero la vida real tiene lugar aquí y ahora. Dios es Dios del presente...": no existe ni el pasado (queda sólo en la memoria, es la experiencia de la vida) ni el futuro (que forjaremos con lo de ahora), sólo existe una realidad, la presente, y ésta es la que hemos de afrontar. El stress famoso no viene con la abundancia de trabajo, sino con el estado psicológico de agobio ante el trabajo: es decir no es causado por la materialidad de tener muchas cosas que hacer sino por la sensación subjetiva de no llegar: lo que agobian son las cosas “pendientes”. Pienso que algunas personas, más bien perfeccionistas, tienden a esta “saturación”... una búsqueda de la perfección enfermiza, que genera inquietud; un compararse con los demás, hacer siempre más... Más bien deberíamos pensar que no importa ser perfecto, que la vida no es un circo en el que hay que hacer el “¡más difícil todavía!” sino que se trata de hacer las cosas lo mejor que podamos. No competir con los demás, en la búsqueda del éxito, sino sacar lo mejor de nosotros mismos. Hacer lo mejor que podamos esto que traigo entre manos, sabiendo que “lo mejor es enemigo de lo bueno”.

Ahora Cristo es más mío




Porque no viniste a buscar a los justos, sino a los pecadores. Ahora es cuando más necesito el bálsamo de tu misericordia y la dulzura de tu Amor.

El corazón nos reprocha el egoísmo, la avaricia, la pereza, los grandes y pequeños pecados de cada día. Sentimos pena por tanta miseria, sentimos dolor por haber negado a Dios, sentimos amargura por haber abandonado al hermano. Pero sabemos que Dios es mucho más grande que nuestros corazones. No quiere acusarnos, porque no vino para juzgar, sino para salvar (cf. Jn 12,47). Desea, casi suplica, que escuche sus palabras, que guarde sus mandamientos, que confíe en su Amor, que acoja su misericordia en mi vida y en la vida de cada ser humano. Me pide que invoque, humildemente, perdón. No es Dios quien acusa, pues vino para buscar a quienes vivíamos lejos por culpa del pecado. “¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo Jesús, el que murió; más aún, el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, y que intercede por nosotros?” (Rm 8,34). Necesito recordarlo, para aprender a vivir en el mundo de la bondad divina. “Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y lleno de amor; no se querella eternamente, ni para siempre guarda su rencor; no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas” (Sal 103,8-10). Si alguna vez vuelvo a ser herido por el pecado, si alguna vez el mal muerde mi corazón, es el momento para mirar a Jesús y decirle, desde lo más profundo de mi alma: “Ahora eres más mío. Porque no viniste a buscar a los justos, sino a los pecadores. Ahora es cuando más necesito el bálsamo de tu misericordia y la dulzura de tu Amor. Ahora es cuando puedo dejarte tomarme entre tus brazos y llevarme al redil, a la fiesta que inicia cada vez que regresa a casa un hijo pobre, débil, herido, muy necesitado de la medicina de tu perdón”.

viernes, 17 de julio de 2009

ADORACIÓN












Eterno Padre, yo te agradezco porque Tu infinito Amor me ha salvado, aún contra mi propia voluntad. Gracias, Padre mío, por Tu inmensa paciencia que me ha esperado. Gracias, Dios mío, por Tu inconmensurable compasión que tuvo piedad de mí. La única recompensa que puedo darte en retribución de todo lo que me has dado es mi debilidad, mi dolor y mi miseria.Estoy delante Tuyo, Espíritu de Amor, que eres fuego inextinguible y quiero permanecer en tu adorable presencia, quiero reparar mis culpas, renovarme en el fervor de mi consagración y entregarte mi homenaje de alabanza y adoración.Jesús bendito, estoy frente a Ti y quiero arrancar a Tu Divino Corazón innumerables gracias para mí y para todas las almas, para la Santa Iglesia, tus sacerdotes y religiosos. Permite, oh Jesús, que estas horas sean verdaderamente horas de intimidad, horas de amor en las cuales me sea dado recibir todas las gracias que Tu Corazón divino me tiene reservadas.Virgen María, Madre de Dios y Madre mía, me uno a Ti y te suplico me hagas partícipe de los sentimientos de Tu Corazón Inmaculado.¡Dios mío! Yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de todos los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pobres pecadores.




ACTO DE FE Y ADORACIÓN

Creo, oh Jesús, con mi más viva fe, que estás realmente presente, aquí, delante mío, bajo las especies Eucarísticas; Tú, el Verbo eterno del Padre, engendrado desde todos los siglos y encarnado luego en las entrañas de la Virgen Madre, Jesucristo Redentor y Rey. Creo, realmente, que estás presente en la verdad inefable de Tu Divinidad y de Tu Humanidad.Jesús, eres el mismo de Belén, el divino Niño que aceptara por mí, el aniquilamiento, la pobreza y la persecución. Eres el Jesús de Nazaret, que por mi amor abrazó el ocultamiento, las fatigas y la obediencia. Eres el Divino Maestro, aquel que vino para enseñarme las dulces verdades de la fe, a traer el gran mandamiento del amor: Tu mandamiento. Eres el Salvador Misericordioso, el que te inclinas sobre todas mis miserias con infinita comprensión y conmovedora bondad, pronto siempre a perdonar, a curar, a renovar. Eres la Víctima Santa, inmolada para gloria del Padre y bien de todas las almas. Eres el Jesús que por mí sudó sangre en el Huerto de Getsemaní; quien por mí sufrió la condenación de tribunales humanos, la dolorosísima flagelación, la cruel y humillante coronación de espinas, el martirio cruel de la crucifixión. Eres quien quiso agonizar y morir por mí. Tú eres Jesús Resucitado, el vencedor de la muerte, del pecado y del infierno. Quien está deseoso de comunicarme los tesoros de la vida divina que posees en toda su plenitud.Jesús mío, Te encuentras aquí, presente en la Hostia Consagrada, Santa, con un Corazón desbordante de ternura, un Corazón que ama infinitamente. En Tu Corazón, Jesús, encuentro el Amor Infinito, la Caridad divina: Dios, principio de vida, existente y vivificante. ¡Qué dulce me es, Dios mío, Trinidad Santísima, adorarte en este Sagrario en el que ahora estás!Por ello me uno a los Angeles y Santos quienes, invisibles pero presentes y vigilantes junto a Tu Sagrario, Te adoran incesantemente. Me uno, sobre todo, a Tu Santísima Madre y a los sentimientos de profunda adoración y de intenso amor que brotaron de Su alma desde el primer instante de Tu Encarnación y cuando te llevaba en Su seno inmaculado.Y mientras Te adoro en este Sagrario, lo hago en todos los del mundo y, especialmente, en aquellos en los cuales estás más abandonado y olvidado. Te adoro en cada Hostia Consagrada que existe entre el Cielo y la tierra.Te adoro, Dios Padre, porque por medio de Cristo has descendido hasta mi humanidad y porque, por Su Corazón adorable, Te has unido tan estrechamente al hombre, a mí, pobre criatura ingrata. Te adoro en este templo, santificado por la presencia siempre actual de Tu Ser divino; me postro hasta la nada, en adoración delante de Tu Majestad Soberana pero, al mismo tiempo, el amor me eleva hasta Ti.Te adoro, Dios Padre, y te amo; el amor y la adoración están totalmente confundidos y mezclados en mi alma, tanto que no sabría decir si más adoro que amo o si más amo que adoro... Te adoro porque encuentro en Ti todo poder y toda santidad, justicia y sabiduría; porque Tú eres mi Creador y mi Dios. Te amo porque encuentro en Ti toda belleza, toda bondad, toda ternura y toda misericordia. Te amo porque me has hecho el regalo de un tesoro invalorable.Jesús es mi tesoro, es mío y a cada instante puedo sacar de El gracias a manos llenas, pues lo encuentro siempre abundante. De El tomo cuanto necesito para pagar mis deudas, para remediar mis necesidades, encontrar delicia, ganarme una corona. ¡Qué don inefable es este Jesús con Su Corazón desbordante de ternuras! Un tesoro que jamás se agota: mientras más saco, él más aumenta.Oh, Dios Padre, tanto has amado a tus criaturas que les diste a Tu único Hijo y, para que la Majestad de Tu Verbo no nos infundiese temor y nuestras almas se pudieran dirigir a El con confianza, lo revestiste de una carne semejante a la nuestra. Lo has embellecido con las gracias más atrayentes y, sobre todo, le has dado un Corazón infinitamente perfecto; tanto que debía ser la morada de Tus delicias, porque Tu divina plenitud vive en El y la más humilde de las criaturas tiene allí su lugar de privilegio.Ese adorado Corazón, inmenso como Tú, Dios mío, porque te contiene, es también mi morada, pues me ama. En El me encuentro con Tu divinidad y, al verme en este Sagrado asilo, Tu justa ira se aplaca y Tu justicia se desarma.Te adoro, Dios Padre, por Jesús y en Jesús. Adoro a Jesús, Tu Hijo, quien por Su Humanidad es mi hermano y por Su Divinidad es mi Dios. Te amo por Jesús y con Jesús. Te amo por el Corazón de Jesús, que el amor hizo mío. Te amo en Jesús. Por El Te llega mi amor, por El puedo alcanzarte y abrazarte.





SALMO 51 (50) MISERERE

Tenme piedad, oh Dios, según tu amor,por tu inmensa ternura borra mi delito,lávame a fondo de mi culpa,y de mi pecado purifícame.Pues mi delito yo lo reconozco,mi pecado sin cesar está ante mí;contra Ti, contra Ti solo he pecado,lo malo a tus ojos cometí.Por que aparezca tu justicia cuando hablasy tu victoria cuando juzgas.Mira que en la culpa ya nací,pecador me concibió mi madre.Mas Tú amas la verdad en lo íntimo del ser,y en lo secreto me enseñas la sabiduría.Rocíame con el hisopo, y seré limpio,lávame, y quedaré más blanco que la nieve.Devuélveme el son del gozo y la algría,exulten los huesos que machacaste Tú.Retira tu faz de mis pecados,borra todas mis culpas.Crea en mí, oh Dios, un puro corazón,un espíritu dentro de mí renueva;no me rechaces lejos de tu rostro,no retires de mí tu santo espíritu.Vuélveme la alegría de tu salvación,y en espíritu generoso afiánzame;enseñaré a los rebeldes tus caminos,y los pecadores volverán a Ti.Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi salvación,y aclamará mi lengua tu justicia;abre, Señor, mis labios,y publicará mi boca tu alabanza.Pues no te agrada el sacrificio,si ofrezco un holocausto no lo aceptas.El sacrificio a Dios es un espíritu contrito;un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias.¡Favorece a Sión en tu benevolencia,reconstruye las murallas de Jerusalén!Etonces te agradarán los sacrificios justos,--holocausto y oblación entera--se ofrecerán entonces sobre tu altar novillos.Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,y por los siglos de los siglos.Amén.


Con la confianza de haber obtenido de Tu infinita Misericordia el perdón por mis innumerables culpas, ofensas y negligencias me permito, oh Jesús, pedirte perdón también por mis hermanos.Pienso en los innumerables pecados que se cometen en el mundo día a día: pecados de los individuos y de las naciones, pecados de los súbditos y de los gobernantes; pecados de orgullo, de sensualidad y de codicia; pecados de pensamiento, de palabra, de obras y de omisión.Por todos estos pecados y por los pobres infelices que los cometen, me atrevo a pedir, oh Jesús, la efusión de Tu infinita misericordia. Son los pecados los que Te hicieron agonizar en el Huerto de los Olivos y sumergieron Tu alma santísima en un mar de tristeza.No olvides, oh Jesús, que libremente quisiste cargar con ellos; que has querido "hacerte pecado", para borrar los nuestros; no olvides, oh Jesús, que Te ofreciste a la ira del Padre, para rescatar a Tus hermanos culpables.Oh Jesús, Te ruego renueves Tu ofrecimiento al Padre, presentándole nuevamente Tus llagas; muéstrale las espinas, los flagelos y los clavos que traspasaron tus carnes; pero, especialmente, hazle ver Tu Corazón herido y rebosante de amor por El y por nosotros, y pide Su perdón.Recuerda, oh Jesús, que mayor que todas nuestras culpas es Tu misericordia. Viértela, oh Jesús, sobre el mundo culpable. Busca las ovejas que se alejaron de Tu redil y muéstrales cuán grande es la potencia de Tu amor de Salvador.Y ya que Tu Corazón está herido por las culpas de los más íntimos, para los que renuevan el beso de Judas o la negación de Pedro, también para ellos, oh Jesús, invoco Tu perdón. Que ninguno de ellos cumpla el gesto desesperado de Judas, sino que Tu gracia los induzca, como a Pedro, a una reparación de amor.


LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

V: Señor, ten piedad de nosotros.R: Señor, ten piedad de nosotros.V: Cristo, ten piedad de nosotros.R: Cristo, ten piedad de nosotros.V: Señor, ten piedad de nosotros.R: Señor, ten piedad de nosotros. V: Cristo, óyenos.R: Cristo, óyenos.V: Cristo, escúchanos.R: Cristo, escúchanos. V: Dios, Padre celestial,R: ten piedad de nosotros.V: Dios Hijo, Redentor del mundo,R: ten piedad de nosotros.V: Dios Espíritu Santo,R: ten piedad de nosotros.V: Trinidad Santa, un solo Dios, R: ten piedad de nosotros. V: Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.R: Ten piedad de nosotros.V: Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en elseno de la Virgen María, R/.Corazón de Jesús, unido substancialmente alVerbo de Dios, R/.Corazón de Jesús, de majestad infinita, R/.Corazón de Jesús, templo santo de Dios, R/.Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, R/.Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, R/.Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor, R/.Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, R/.Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, R/.Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, R/.Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, R/.Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/.Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/.Corazón de Jesús, en quien están todos los tesorosde la sabiduría y la ciencia, R/.Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitudde la divinidad, R/.Corazón de Jesús, en quién el Padre halló suscomplacencias, R/.Corazón de Jesús, en cuya plenitud todos hemos recibido, R/.Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, R/.Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/.Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, R/.Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/.Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, R/.Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, R/.Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, R/.Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, R/.Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/.Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/.Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/.Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, R/.Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti muereny esperan, R/.Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, R/. V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,R: perdónanos, Señor. V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,R: óyenos, Señor.V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,R: ten piedad y misericordia de nosotros.V: Jesús, manso y humilde de corazón,R: haz nuestro corazón semejante al Tuyo.V: Sagrado Corazón de Jesús,R: en Vos confío. V: Sagrado Corazón de María,R: salvad el alma mía. V: Jesús y María os quiero con toda mi alma,R: salvad almas y salvad el alma mía.

SÚPLICA
Antes de alejarme de este Santo Sagrario quiero, oh Jesús mío, recurrir a las riquezas infinitas de Tu Corazón divino.Consagrado a Tu amor, creo que no puedo pedir nada mejor que la satisfacción de Tus mismos deseos. Son estos, Tus deseos divinos, los que quiero presentar al Padre antes de terminar este tiempo de gracias y en Tu nombre suplicar que los escuche.El primer deseo de Jesús es la salvación de las almas; redimir al mundo mediante el amor, establecer el Reino del Amor Infinito en toda la tierra.Permite pues, oh Jesús, que exprese mi ardiente voto de que se establezca en todo el mundo el Reino de Tu Amor. Oh Amor Infinito, viviente en el Divino Corazón de Jesús, hazte conocer de los hombres a fin de que ellos Te amen como Tú quieres ser amado.El segundo deseo de Jesús es el de servirse, para este gran trabajo, de los Sacerdotes; hacer de ellos obreros activos y, por su intermedio, obrar en las almas y en el mundo.Oh Jesús, Sacerdote eterno y Salvador del mundo, para rea-lizar este ardiente deseo de Tu Corazón, multiplica las vocaciones. Envía muchos y santos operarios a Tu mies.Oh Jesús, haz de cada Sacerdote un verdadero sembrador de Tu amor.Te ruego por el Santo Padre, por los Obispos, por todos los Sacerdotes que me han hecho bien... por todos los Sacerdotes.Te pido, oh Jesús que los sostengas en las batallas, los confortes en la soledad, los alientes en los fracasos, fecundes sus fatigas y derrames en sus corazones el amor de Tu Corazón divino. Señor, para celar Tu honra y Tu gloria,R/: danos Sacerdotes santos.Señor, para aumentar nuestra fe, R/.Señor, para sostener Tu Iglesia, R/.Señor, para predicar Tu doctrina, R/.Señor, para defender Tu causa, R/.Señor, para contrarrestar el error, R/.Señor, para aniquilar las sectas, R/.Señor, para sostener la verdad, R/.Señor, para dirigir nuestras almas, R/.Señor, para mejorar las costumbres, R/.Señor, para desterrar los vicios, R/.Señor, para iluminar al mundo, R/.Señor, para enseñar las riquezas de Tu Corazón, R/.Señor, para hacernos amar al Espíritu Santo, R/.Señor, para que todos Tus ministros sean luz del mundo y sal de la tierra, R/.Oh Jesús, Sacerdote Santo, Te pedimos con la mayor humildad del alma, que aumentes las vocaciones sacerdotales y que los formes según los designios de Tu amante Corazón. Sólo así conseguiremos Sacerdotes santos y pronto en el mundo no habrá más que un sólo rebaño y un sólo Pastor. Amén.

ORACIÓN CONCLUSIVA

Oh, Jesús, Sacerdote Eterno, Divino Sacrificado, Tú que en un impulso de incomparable amor a los hombres, Tus hermanos, hiciste brotar de Tu Sagrado Corazón el Sacerdocio cristiano, dígnate continuar derramando sobre Tus ministros, los torrentes vivificantes del Amor Infinito.Vive en Tus Sacerdotes, transfórmalos en Ti; hazlos, por Tu gracia, instrumentos de Tu misericordia; obra en ellos y por ellos, y haz que, después de haberse revestido totalmente de Ti, por la fiel imitación de Tus adorables virtudes cumplan, en Tu Nombre y por el poder de Tu Espíritu, las obras que Tú mismo realizaste para la salvación del mundo.Divino Redentor de las almas, mira cuán grande es la multitud de los que aún duermen en las tinieblas del error; cuenta el número de las ovejas descarriadas que caminan entre precipicios; considera la turba de pobres, hambrientos, ingnorantes y débiles que gimen en el abandono.Vuelve, Señor, a nosotros por Tus Sacerdotes, revive verdade-ramente en ellos, obra por medio de ellos y pasa de nuevo por el mundo, enseñando, perdonando, consolando, sacrificando y renovando los lazos sagrados del amor, entre el Corazón de Dios y el corazón del hombre. Amén.Haz, oh Jesús, que la Obra de Tu Amor responda siempre plenamente a los fines para los cuales la quisiste; haz que se extienda y se consolide y conquiste todas las almas al Reino dulcísimo de Tu Amor.Oh, Jesús, he pedido Tu Reino. No es necesario que pida nada para mí, tendré todo el resto por añadidura. Tú conoces lo que necesito; mira y haz lo que Tu Corazón Te sugiera. Yo me confío a Tu Corazón, me abandono en Tu dulce Providencia y, mientras, Te doy gracias por el don de estas horas de intimidad Contigo. Te agradezco desde ya, unido a María, por todos los benificios que Tu Amor me reserva aún en el tiempo y en la eternidad.
CÁNTICO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN:"EL MAGNÍFICAT"
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra Mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humillación de Su esclava.Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí; Su Nombre es Santo y Su Misericordia llega a sus fieles de generación en generación.Él hace proezas con Su brazo, dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.Auxilia a Israel Su siervo, acordándose de Su Misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia por siempre.Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.



























ORACIONES




Oración propia de la Novena
Espíritu Santo, Tercera Persona de la Santísima Trinidad, Espíritu de Verdad, amor y santidad, que procedes del Padre y del Hijo y en todo son iguales, te adoro y te amo con todo mi corazón.
Espíritu Santo muy querido, confiando en el hondo y personal amor que me tienes, hago esta novena para pedirte, si así es tu voluntad, me concedas esta gracia en particular (Mencione el favor que desea).Enséñame, Espíritu Divino, a conocer y buscar mi último fin; dame Santo temor de Dios, verdadera contrición y paciencia. No me dejes caer en pecado. Aumenta mi fe, esperanza y caridad y has florecer en mi alma las virtudes propias de mi estado de vida.Hazme fiel discípulo de Jesús y obediente hijo de la Iglesia. Dame gracia eficaz con que pueda cumplir los Mandamientos y recibir dignamente los Sacramentos. Dame las cuatro virtudes cardinales, tus siete dones y los doce frutos. Llévame a perfección en el estado de vida al cual me has llamado y después de una muerte dichosa concédeme la vida eterna. Te lo pido por Cristo nuestro Señor.
Amén.



Consagración
Espíritu Santo, divino Espíritu de luz y amor, te consagro mi entendimiento, mi corazón, mi voluntad y todo mi ser, en el tiempo y en la eternidad. Que mi entendimiento este siempre sumiso a tus divinas inspiraciones y enseñanzas de la doctrina de la Iglesia católica que tu guías infaliblemente. Que mi corazón se inflame siempre en amor de Dios y del prójimo. Que mi voluntad este siempre conforme a tu divina voluntad. Que toda mi vida sea fiel imitación de la vida y virtudes de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El, contigo y el Padre sea dado todo honor y gloria por siempre.
Dios Espíritu Santo, infinito amor del Padre y del Hijo, por las manos purísimas de María, tu esposa inmaculada, me pongo hoy y todos los días de mi vida sobre tu altar escogido, el Sagrado Corazón de Jesús, como un sacrificio en tu honor, fuego consumidor, con firme resolución ahora más que nunca de oír tu voz y cumplir en todas las cosas tu santísima y adorable voluntad.

La Palabra de Dios



"En verdad te digo: El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu (Jn 3, 5-6).
"Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Jn 14, 25-26).
" Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa donde se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se postraron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse (Hech 2, 1-4).
" A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común. Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro fe, en el mismo Espíritu; a otros carismas de curaciones, en el unico Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía, a otro, discernimiento de espíritus; a otro diversidad de lenguas; a otro don de interpretarlas. Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad" (1Cor 12, 7-11).

Dones y frutos del Espíritu Santo




Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas.

Dones y frutos del Espíritu Santo
Los siete dones del Espíritu Santo son:Don de Ciencia, es el don del Espíritu Santo que nos permite acceder al conocimiento. Es la luz invocada por el cristiano para sostener la fe del bautismo. Don de Consejo, saber decidir con acierto, aconsejar a los otros fácilmente y en el momento necesario conforme a la voluntad de Dios. Don de Fortaleza, es el don que el Espíritu Santo concede al fiel, ayuda en la perseverancia, es una fuerza sobrenatural. Don de Inteligencia, es el del Espíritu Santo que nos lleva al camino de la contemplación, camino para acercarse a Dios. Don de Piedad, el corazón del cristiano no debe ser ni frío ni indiferente. El calor en la fe y el cumplimiento del bien es el don de la piedad, que el Espíritu Santo derrama en las almas. Don de Sabiduría, es concedido por el Espíritu Santo que nos permite apreciar lo que vemos, lo que presentimos de la obra divina. Don de Temor, es el don que nos salva del orgullo, sabiendo que lo debemos todo a la misericordia divina. Pertenecen en plenitud a Cristo, Hijo de David. Completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los reciben. Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas.Los frutos del Espíritu Santo son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce:Caridad. Gozo. Paz. Paciencia. Longanimidad. Bondad. Benignidad. Mansedumbre. Fe. Modestia. Continencia. Castidad. Faltas contra el Espíritu Santo:Desesperar de la misericordia de Dios. Presunción de salvarse sin ningún mérito. La impugnación de la verdad conocida. La envidia de los bienes espirituales del prójimo. La obstinación en el pecado. La impenitencia final.

El Espíritu Santo


Meditación
El Espíritu Santo, la tercera persona de la Santísima Trinidad, es Dios. Verdadero Dios como lo son el Padre y el Hijo. Es el Amor del Padre y el Hijo.
Cristo prometió que este Espíritu de Verdad iba a venir y moraría dentro de nosotros. "Yo rogaré al Padre y les dará otro Intercesor que permanecerá siempre con ustedes. Este es el Espíritu de Verdad que el mundo no puede recibir porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes saben que él permanece con ustedes, y estará en ustedes" (Jn 14, 16-17)El Espíritu Santo vino el día de Pentecostés y nunca se ausentará. Cincuenta días después de la Pascua, el Domingo de Pentecostés, los Apóstoles fueron transformados de hombres débiles y tímidos en valientes proclamadores de la fe; los necesitaba Cristo para difundir su Evangelio por el mundo.El Espíritu Santo está presente de modo especial en la Iglesia, comunidad de quienes creen en Cristo como el Señor. Ayuda a su iglesia a que continúe la obra de Cristo en el mundo. Su presencia da gracia a los fieles para unirse más a Dios y entre sí en amor sincero, cumpliendo sus deberes con Dios y los demás. La gracia y vida divina que prodiga hacen a la Iglesia ser mucho más grata a Dios; la hace crecer con el poder del Evangelio; la renueva con sus dones y la lleva a unión perfecta con Jesús.El Espíritu Santo guía al Papa, a los obispos y a los presbíteros de la Iglesia en su tarea de enseñar la doctrina cristiana, dirigir almas y dar al pueblo la gracia de Dios por medio de los Sacramentos. Orienta toda la obra de Cristo en la Iglesia: solicitud por los enfermos, enseñar a los niños, preparación de la juventud, consolar a los afligidos, socorrer a los necesitados.
Es nuestro deber honrar al Espíritu Santo amándole por ser nuestro Dios y dejarnos dócilmente guiar por Él en nuestras vidas. San Pablo nos lo recuerda diciendo: "¿No saben ustedes que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?"(1 Cor 3, 16).Conscientes de que el Espíritu Santo esta siempre con nosotros, mientras vivamos en estado de gracia santificante, debemos pedirle con frecuencia la luz y fortaleza necesarias para llevar una vida santa y salvar nuestra alma.

las bendiciones y beneficios del rosario

1. Los pecadores obtienen el perdón.2. Las almas sedientas se sacian.3. Los que están atados ven sus lazos desechos.4. Los que lloran hallan alegría.5. Los que son tentados hallan tranquilidad.6. Los pobres son socorridos.7. Los religiosos son reformados.8. Los ignorantes son instruidos.9. Los vivos triunfan sobre la vanidad.10. Los muertos alcanzan la misericordia por vía de sufragios.

1. Nos otorga gradualmente un conocimiento completo de Jesucristo.2. Purifica nuestras almas, lavando nuestras culpas.3. Nos da la victoria sobre nuestros enemigos.4. Nos facilita practicar la virtud.5. Nos enciende el amor a Nuestro Señor.6. Nos enriquece con gracias y méritos.7. Nos provee con lo necesario para pagar nuestras deudas a Dios y a nuestros familiares cercanos, y finalmente, se obtiene toda clase de gracia de nuestro Dios todopoderoso.
Sor Lucía, vidente de Fátima

Las Promesas de la Santísima Virgen María a los que rezan el Santo Rosario

1. Los que fielmente me sirven mediante el rezo del Santo Rosario, recibirán insignes gracias.
2. Yo prometo mi protección especial, y las más notables gracias a todos los que recitasen el Santo Rosario.
3. El Rosario será la defensa más poderosa contra las fuerzas del infierno. Se destruirá el vicio; se disminuirá el pecado y se vencerá a todas las herejías.
4. Por el rezo del Santo Rosario, florecerán las virtudes y también las buenas obras. Las almas obtendrán la misericordia de Dios en abundancia. Se apartarán los corazones del amor al mundo y sus vanidades y serán elevados a desear los bienes eternos. Ojalá que las almas hiciesen el propósito de santificarse por este medio.
5. El alma que se recomienda a Mí por el rezo del Santo Rosario, no perecerá jamás.
6. El que recitase el Rosario devotamente, aplicándose a meditar los Sagrados Misterios, no será vencido por la mala fortuna. En Su justo juicio, Dios no lo castigará. No sufrirá la muerte improvisa. Y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y será digno de alcanzar la vida eterna.
7. El que conserva una verdadera devoción al Rosario, no morirá sin los sacramentos de la Iglesia.
8. Los que fielmente rezan el Santo Rosario, tendrán en la vida y en la muerte, la Luz de Dios y la plenitud de Su gracia. En la hora de la muerte, participarán de los méritos de los Santos del Paraíso.
9. Yo libraré del Purgatorio a los que han acostumbrado el rezo del Santo Rosario.
10. Los devotos del Santo Rosario, merecerán un grado elevado de gloria en el Cielo.
11. Se obtendrá todo lo que se me pidiere mediante la recitación del Santo Rosario.
12. Todos los que propagan el Santo Rosario recibirán Mi auxilio en sus necesidades.
13. Para los devotos del Santo Rosario, he obtenido de mi Divino Hijo, la intercesión de toda la Corte Celestial durante la vida y en la hora de la muerte.
14. Todos los que rezan el Santo Rosario son hijos Míos, y hermanos de Mi único Hijo, Jesucristo.
15. La devoción al Santo Rosario es gran señal de predestinación.

como se reza el rosario

1º Nos hacemos la señal de la Cruz:
“Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.
Nos ponemos en presencia de Dios y para que la oración llegue al Cielo, pedimos humildemente perdón al Señor por nuestras faltas (silencio...) y decimos:
2º “Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón por haberos ofendido – Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí – pero mucho más me pesa – porque pecando ofendí a un Dios tan bueno – y tan grande como Vos. – Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más – y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén”.
3º Decimos: En el primer misterio contemplamos... (nombramos el misterio que corresponde al día (*)
4º Rezamos:
1 Padrenuestro: “Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre – venga a nosotros tu Reino – hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén”.
10 Avemarías: “Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, - y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. – Santa María, Madre de Dios, - ruega por nosotros pecadores – ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.
1 Gloria: “Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo – como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén”.
Finalizamos el misterio diciendo: “Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia”.
5º Continuamos rezando de la misma forma el 2º, 3º, 4º y 5º misterio.
Al final del Santo Rosario podemos decir la siguiente oración: : “Padre, líbranos de todo mal – con tu Santa Sabiduría, Señor, sálvanos de todo pecado. En nombre de todos cuantos te queremos, Señor, llévanos por el camino del bien. Amén”. (Esta oración la enseñó María del Rosario de San Nicolás, y Ella promete que: “El que reza esta oración nueve días seguidos, acompañada con un Rosario, le concederé una gracia especial”)
Podemos agregar al final una Salve a la Virgen, un Bendita sea tu pureza, un Padre nuestro y tres Ave Marías para ganar las santas indulgencias y por las intenciones del Santo Padre. Y si tenemos tiempo le hacemos un regalo a la Virgen rezando las Letanías Lauretanas
(La oración de la Salve y Bendita sea tu pureza, junto con las Letanías Lauretanas, están en la Sección Oraciones básicas de este sitio.)
(Puede descargar los pasajes del Evangelio para meditar en los misterios del Santo Rosario, haciendo clic aquí)
(*) MISTERIOS GOZOSOS: (se rezan los lunes y sábados)
1º La Anunciación del Ángel a la Virgen María y la Encarnación del Hijo de Dios: El Arcángel Gabriel se presenta ante la Virgen María y le anuncia que será la Madre de Jesús. “María dijo entonces: Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en Mí lo que has dicho”. (Lc. 1, 38) – Por este misterio pedimos a la Santísima Virgen aprender a ser humildes y obedientes a la Palabra de Dios.
2º La visita de María Santísima a su prima Santa Isabel: “En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá”. (Lc. 1, 39), a ver a su prima Isabel. Imitemos a la Virgen María y aprendamos a sacrificarnos con alegría, en bien de nuestro prójimo. – Pidamos la verdadera caridad cristiana.
3º El nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo en el portal de Belén: “Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre”. (Lc. 2, 6-7) – Pidamos a la Santísima Virgen, el desprendimiento de todo lo terreno.
4º La presentación del Niño Jesús en el Templo: “Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al Niño a Jerusalén, para presentarlo al Señor”. (Lc. 2, 22) – Pidamos a la Santísima Virgen la virtud de la obediencia.
5º El Niño Jesús, perdido y hallado en el Templo: Jesús se ha perdido. Tiene doce años. Acongojada y afanosamente la Virgen lo busca con resignación. “Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley”. (Lc. 2, 46) – Pidamos a María gran resignación cristiana ante la voluntad de Dios.
(*) MISTERIOS LUMINOSOS: (se rezan los jueves)
1º El Bautismo de Jesús en el río Jordán: “Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se le abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia Él. Y se oyó una voz del cielo que decía: Éste es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección”. (Mt. 3, 16-17) – Pidamos a la Santísima Virgen, vivir nuestro Bautismo con fidelidad a Cristo Jesús.
2º La autorrevelación de Jesús en las Bodas de Caná: “Y como faltaba vino la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le respondió: ¿qué tenemos que ver nosotros?. Mi hora no ha llegado todavía. Pero su madre dijo a los sirvientes: Hagan todo lo que Él les diga... Éste fue el primero de los signos de Jesús y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en Él”. (Jn. 2, 3-5, 11) – Pidamos a María Santísima, saber corresponder al Señor.
3º El anuncio de Jesús sobre el Reino de Dios y su invitación a la conversión: “Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: El Tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia”. (Mc. 1, 14-15) – Pidamos al Señor, nos envíe su Espíritu, para lograr una real conversión.
4º La Transfiguración de Jesús en el Monte Tabor: “Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante... Desde la nube se oyó entonces una Voz que decía: Éste es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo”. (Lc. 9, 29 y 35) – Pidamos a la Santísima Virgen, reconocer en nuestros hermanos, el rostro de Jesús.
5º Jesús instituye la Eucaristía: “Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: Tomen y coman esto es mi Cuerpo. Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó diciendo: Beban todos de ella, porque ésta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos para la remisión de los pecados”. (Mt. 26, 26-28) – Pidamos a María Santísima, ser dignos depositarios del Cuerpo y de la Sangre de Jesús.
(*) MISTERIOS DOLOROSOS: (se rezan los martes y viernes)
1º La oración de Jesús en el Huerto de los Olivos: La noche antes de su muerte en la Cruz, Jesús, que siendo Dios sabía que lo iban a crucificar, sube al Monte de los Olivos a rezar. “Y adelantándose un poco, cayó con el rostro en tierra, orando así: “Padre mío, si es posible, que pase lejos de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. (Mt. 26, 39) – Pidamos a la Santísima Virgen, aprender a orar.
2º La Flagelación de Nuestro Señor: “Pilatos mandó entonces azotar a Jesús”. (Jn. 19, 1) – Pidamos a la Santísima Virgen, aprender a sufrir.
3º La Coronación de espinas: Los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza. Lo revistieron con un manto rojo, y acercándose, le decían: “¡Salud, rey de los judíos!”, y lo abofeteaban. (Jn. 19, 2-3) – Pidamos a la Virgen, aprender a aceptar pacientemente las humillaciones.
4º Jesús con la Cruz a cuestas camino al Calvario: Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado “del Cráneo”, en hebreo “Gólgota”. (Jn. 19, 17) – Pidamos a la Virgen, aprender a aceptar y amar nuestra cruz.
5º La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo: “Cuando llegaron al lugar llamado “del Cráneo”, lo crucificaron”. (Lc. 23, 33). Era alrededor del mediodía. El sol se eclipsó y la oscuridad cubrió toda la tierra hasta las tres de la tarde: el velo del Templo se rasgó por el medio. Jesús, con un grito, exclamó: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Y diciendo esto, expiró. (Lc. 23, 44-46) – Pidamos a la Santísima Virgen llegar al último momento de nuestra vida, habiendo cumplido bien nuestra misión aquí en la tierra.
(*) MISTERIOS GLORIOSOS: (se rezan los miércoles y domingos)
1º La Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo: Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca. Ellas quedaron sorprendidas, pero él les dijo: “No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. (Mc. 16, 5-6) – Si por el pecado hubiéramos muerto a la gracia, pidamos a la Virgen María resucitar con Cristo, por medio de una sincera confesión.
2º La Ascensión de Nuestro Señor a los cielos: “Ustedes son testigos de todo esto. Y Yo les enviaré lo que mi Padre les ha prometido. Permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de lo alto”. Después Jesús los llevó hasta las proximidades de Betania y, elevando sus manos, los bendijo. Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo”. (Lc. 24, 48-51) – Pidamos a la Santísima Virgen ascender diariamente en nuestra vida espiritual.
3º La venida del Espíritu Santo sobre María Santísima y sobre los Apóstoles: “Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido semejante a una ráfaga de viento que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo”. (Hechos 2, 1-4) – Pidamos a la Santísima Virgen que el Espíritu Santo nos ilumine para cumplir siempre la voluntad de Dios.
4º La Asunción de María Santísima a los cielos: “Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de culpa original, terminado el decurso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial (Lumen Gentium Cap. VIII 59) – Pedimos a Dios, vivir como lo hizo María aquí en la tierra, con sencillez y humildad, para alcanzar una santa muerte.
5º La Coronación de María Santísima como Reina y Señora de todo lo creado: “...Y ensalzada por el Señor como Reina universal con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte”. (Lumen Gentium Cap. VIII 59) – Pidamos a Dios la verdadera y filial devoción a María y la gracia de imitar fielmente sus virtudes, para alcanzar el cielo.

¿Qué es el Santo Rosario?



Hasta ahora se ha considerado como la mejor definición del Rosario, la que dio el Sumo Pontífice San Pío V en su "Bula" de 1569: "El Rosario o salterio de la Sma. Virgen, es un modo piadosísimo de oración, al alcance de todos, que consiste en ir repitiendo el saludo que el ángel le dio a María; interponiendo un Padrenuestro entre cada diez Avemarías y tratando de ir meditando mientras tanto en la Vida de Nuestro Señor". El Rosario constaba de 15 Padrenuestros y 150 Avemarías, en recuerdo de los 150 Salmos. Ahora son 20 Padrenuestros y 200 Avemarías, al incluir los misterios de la luz. La palabra Rosario significa "Corona de Rosas". Nuestra Señora ha revelado a varias personas que cada vez que dicen el Ave María le estan dando a Ella una hermosa rosa y que cada Rosario completo le hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por ello la mas importante de todas. El Rosario esta compuesto de dos elementos: oración mental y oración verbal. En el Santo Rosario la oración mental no es otra cosa que la meditación sobre los principales misterios o hechos de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre. Estos veinte misterios se han dividido en cuatro grupos: Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos. La oración verbal consiste en recitar quince decenas (Rosario completo) o cinco decenas del Ave María, cada decena encabezada por un Padre Nuestro, mientras meditamos sobre los misterios del Rosario. La Santa Iglesia recibió el Rosario en su forma actual en el año 1214 de una forma milagrosa: cuando Nuestra Señora se apareciera a Santo Domingo y se lo entregara como un arma poderosa para la conversión de los herejes y otros pecadores de esos tiempos. Desde entonces su devoción se propagó rapidamente alrededor del mundo con increíbles y milagrosos resultados. Entre las varias formas y modos de honrar a la Madre de Dios, optando por las que son mejores en si mismas y mas agradables a Ella, es el rezo del Santo Rosario la que ocupa el lugar preminente. Vale la pena recordar que entre las variadas apariciones de la Santisma Virgen, siempre Ella ha insistido en el Rezo del Rosario. Es asi como, por ejemplo, el 13 de Mayo de 1917 en un pueblo de Portugal llamado Cova de Iria, la Santisima Virgen insiste con vehemencia el rezo del Rosario a los tres pastorcitos, en una de sus muchas apariciones a estos tres videntes. Siendo un sacramental, el Santo Rosario contiene los principales misterios de nuestra religion Catolica, que nutre y sostiene la fe, eleva la mente hasta las verdadades divinamente reveladas, nos invita a la conquista de la eterna patria, acrecienta la piedad de los fieles, promueve las virtudes y las robustece. El Rosario es alto en dignidad y eficacia, podria decirse que es la oracion mas facil para los sencillos y humildes de corazon, es la oracion mas especial que dirigimos a nuestra Madre para que interceda por nosotros ante el trono de Dios. El Santo Rosario prolonga la vida liturgica de la Iglesia pero no la sustituye, al contrario enriquece y da vigor a la misma liturgia. Es por ello, que el Santo Rosario se enmarca como una plegaria dentro de la religiosidad popular que contiene un gran tesoro de volares que responde con sabiduria cristiana a los grandes interrogantes de la existencia. El pueblo latinoamericano es profundamente Mariano, reconoce con una gran sabiduría popular católica, que llegamos a Jesús Salvador a través de Maria Santísima su Madre y desde los mismos tiempos del descubrimiento y de la conquista de América, se genero una gran devoción por la Virgen Maria; en Ella, nuestros pueblos siempre han mirado el rostro maternal de quien nos trajo la salvación y con la primera manifestación explicita de la Reina del Cielo en tierra americana, con rostro y figura de mujer mestiza, en México, se acrecentó aun mayor el amor y la devoción a ella en todos los países hispano parlantes, reconociéndola como nuestra propia Madre, llena de amor, de misericordia y de piedad para con sus hijos. Sentimiento que va en relación directa con el origen mismo de la Maternidad Divina: Maria es Madre de Dios Redentor es también verdaderamente la Madre de todos los miembros de Cristo, porque Ella colaboro con su amor a que nacieran en la Iglesia, los creyentes, miembros de aquella cabeza que es Cristo. El paso del tiempo, las costumbres modernas, y la innovación de formas de oración, no pueden dejar a un lado el rezo del Santa Rosario. De hecho, los Santos Padres y los Santos han tenido una profunda devoción a este sacramental, nosotros como católicos y como amantes de la Reina del Cielo hemos de ser fervientes devotos del Rosario. Es digno de recordar que la familia que reza unida permanece unida, Que la recitación piadosa y consciente del Santo Rosario nos traiga la paz al alma y nos una mas estrechamente a Maria para vivir auténticamente nuestro cristianismo.

Quien es la santisima virgen maria



QUIÉN ES LA VIRGEN MARIA?
María, que en hebreo quiere decir "Señora" o según otros, "Mar profundo de Tristeza". Es la mujer con la cual se abre la promesa en la antigua alianza (Gen. 3:15) y con la cual cierra Simeón la antigua profecía (Lc. 2, 25-35). Es la Mujer que ha tenido un mayor contacto con la Santísima Trinidad en la historia. El Padre la selecciona entre todas las mujeres, El ESPÍRITU SANTO engendro un hijo en sus entrañas y la segunda persona tomo carne y sangre en su vientre. Si por Eva entró el pecado en el mundo, por la Virgen María entró la salvación.

POR QUE MARIA ES CENTRO DE ATAQUE HOY EN DIA?
Desde el Génesis fue profetizada "Enemistad entre la Mujer y el demonio" (Gen. 12, 13-18). También esta escrito que les hará la guerra a los hijos de la Mujer. Esta es la razón por la cual María es centro de división entre los cristianos y no de unión.



POR QUE LOS CATÓLICOS LE ORAN A MARIA?
En Juan 2, 1-12 María demostró hasta la saciedad su poder de intercesión.
"Pero es que hay un solo intercesor y es CRISTO".
Cierto, ante el PADRE solo existe un solo intercesor que es JESÚS, pero ante JESÚS, María intercede por nosotros. Al igual que un pastor evangélico ora por un enfermo ante JESÚS, de la misma manera María ora por nosotros.
"Pero María esta muerta"
Falso, Lucas 20, 38 dice": Que Dios no es Dios de muertos sino de vivos, porque para El todos viven". Además Apocalipsis 6, 9-10 y 8, 3 nos muestra a las almas clamando a DIOS aún después de abandonar este mundo.
LOS CATÓLICOS ADORAN A MARIA
No, la Iglesia no se cansa de proclamar que nosotros honramos a María como lo hacia JESÚS y la proclamamos bendita, cumpliendo la profecía bíblica (Lc 1, 48) pero la adoración es única y propia de DIOS y María es criatura.

POR QUE REZAN EL ROSARIO SINO ESTA EN LA BIBLIA?
No hay oración más Bíblica que el rosario, todos los misterios están en la Biblia, el PADRE NUESTRO, también está en la Biblia y la primera parte del Ave María. El Rosario es una oración más Bíblica que muchas que se hacen en algunas iglesias. En cuanto a la repetición dice Marcos 14, 39 que JESÚS repetía muchas veces la misma oración, el rosario es una meditación en una oración.

ALGUNAS PERSONAS DICEN QUE LAS APARICIONES DE MARIA SON COSAS DEL DEMONIO.
Falso, María según Apocalipsis 12, tiene la misión de anunciar la segunda venida de CRISTO, en las apariciones María no trae al mundo mensajes propios, trae un mensaje Evangélico de conversión, arrepentimiento y retorno a las Escrituras. El demonio no puede predicar conversión a JESÚS, y los frutos de Paz, conversión y alegría que se ven en las personas que asisten a estos eventos no pueden venir del maligno. Dice la Escritura que atribuir al demonio las obras de DIOS es pecado contra el ESPÍRITU SANTO y este no se perdona (Mateo 12, 22-32).
Hermanos, dice 2 Timoteo 2, 23-24 que la Biblia es para edificación no para discusión. Ama a María y Ella te llevará al JESÚS que tanto buscas, pues ella lo conoce muy bien, lo llevo en su vientre por nueve meses, lo alimentó, cuidó y guió por 30 años. Nadie lo conoce como Ella, nadie le da Gloria a Dios quitándole Honra a María, pues la Honra de María es la gloria de DIOS.


POR QUE LA IGLESIA ES LA GRAN DEFENSORA DE MARIA?
Por que es nuestra Madre ya que la recibimos de JESÚS en la Cruz, (Jn. 19, 25-28). Juan representa a toda la iglesia, además la gran promesa en Gn. 3, 15 dice que quienes podrían vencer a la descendencia de la serpiente, serian los hijos o descendencia de la Mujer. Nosotros somos la descendencia de la Mujer, esta Mujer es la Virgen María. Si el pueblo de Israel, son los hijos de la Fe de Abraham, nosotros somos los hijos en la Fe de María, la primera que acepto a CRISTO como Señor y salvador, la primera que recibió la unción del ESPÍRITU SANTO (Lc. 1).


POR QUE LA IGLESIA LLAMA A MARIA MADRE DE DIOS?
En el evangelio de San Lucas 1, 39-45, Isabel llena del ESPÍRITU SANTO dijo, "Qué favor que la Madre de mi SEÑOR venga a mí". La palabra griega para definir Señor que utiliza Isabel es "Kurios" que es la misma que se utiliza en la versión griega del Antiguo Testamento para traducir "Adonai". Cuando una persona habla bajo la unción del ESPÍRITU SANTO es Él quien habla, luego fue el mismo ESPÍRITU SANTO quien llama a María, Madre de Dios.



TUVO MARIA MÁS HIJOS?
En el evangelio de San Marcos, se mencionan cuatro hermanos de JESÚS, Santiago, José, Judas y Simón los cuales nunca son llamados hijos de María. La palabra hebrea "Aha" se utiliza como hermano, tío, primo, pariente; por ejemplo en Génesis 13, 8 se menciona a Lot como hermano de Abraham, sin embargo son tío y sobrino (Gen 12, 5), En el mismo evangelio de Marcos 15, 40 se nombran a Joe y Santiago hijos de María que en Juan 19, 25 se aclara que esta María era hermana (Aha) de la Madre de JESÚS. En Hechos 1, 13 se mencionan a Simón y Judas como seguidores del Maestro.



QUE RELACIÓN TUVO JOSÉ CON MARIA?
La relación de José con la Virgen María fue la de proveer legalidad y sostén al Redentor. En Mateo 2, 3 el Ángel le dice a José, "Toma al Niño y a su Madre". La forma hebrea para referirse a la mujer de José, es la Madre de JESÚS. San Mateo 1, 18 dice "No la conoció hasta que parió a su hijo primogénito". El hasta, indica anterioridad, no condiciona lo que ocurrió después, en Segunda de Samuel 6, 23 dice "Micol hija de Saúl, no tuvo más hijos hasta, que murió". Tuvo hijos después de muerta? En cuanto a primogénito no indica orden, sino consagración.



POR QUE LA IGLESIA DICE QUE MARIA NO TUVO PECADO?
JESÚS estuvo bajo la Ley. En la ley, el pecado lo transfería la madre (Salmo 51, 7). JESÚS NO puede tener pecado por lo tanto por el poder de DIOS, María fue preservada del pecado, en tanto a su maternidad, la palabra griega que se traduce llena de gracia es: Kecharito, la cual quiere decir que fue, que es y que será llena de gracia. La gracia es la ausencia del pecado. María se proclama en el Magnificat "Me alegro en el Dios que me salva" faltan 33 años para el calvario y la Salvación y ya María se proclama en presente Salvada.


POR QUE LA IGLESIA DICE QUE MARIA FUE LLEVADA AL CIELO EN CUERPO Y ALMA?
Esto no está en la Biblia. La asunción de María no está bíblicamente expresada, pero está en la tradición de la Iglesia. Muchas personas se preguntan, porqué no está en la Biblia? Podríamos, responderles, tampoco Martín Lutero está y sabemos que existió.
Estos fueron hechos que sucedieron después de terminados los libros que componen los Evangelios, sin embargo aunque no está en la Biblia, esta no la contradice, pues antes de María, Henoc en Gen 5, 24 y Elías en II de Reyes 2, 11 fueron llevados en cuerpo y alma al cielo.


POR QUE LA IGLESIA LLAMA A MARIA REINA?
Dice la Palabra "El que se humilla será ensalzado". María se humilla a esclava (Lc 1, 38) y JESÚS la ensalza a lo opuesto que es, Reina, lógico verdad? Además en I Reyes 2, 19 dice que en el Reino de David la madre del Rey se sienta a la derecha del Rey. JESÚS es Rey (Jn 18, 37) es heredero del reino de David (Lc 1, 32) por lo tanto el lugar de María es un trono a la derecha de su Hijo que es Rey.


jueves, 16 de julio de 2009

Don de Dios



jovenes al servicio de cristo